Pero yo llevo 2 días y medio volando, entregándome a este pedazo de libertad que el destino me ha regalado... y se, que es lo mas hermoso que puede suceder, siento que las distancias no son nada... que los silencios valen la pena hoy mas que nunca, que las gotas de lluvia no caen por caer, caen porque quieren conocer el calor de la piel, de la vida humana... Llevo dos días y medio mas enamorada que de costumbre, con mis alas de plata haciéndose mas grandes, mas bellas y eternas...
Dicen que la libertad duele y realmente no me preocupa que duela... me gustan los riesgos y prefiero sufrir y llorar un poco, antes de perder las alas y estas benditas ganas de volar
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