Merezco tus uñas
arañando mi espalda,
desgarrando la paz de mi cuerpo...
Merezco tus dientes
mordiendo mis labios
dejándolos dulcemente sangrantes
Merezco tus manos
estrujando mi cordura,
tus piernas tibias,
tu barba,
tus ojos,
que matan cuando me miran...
Merezco cada centímetro de tu piel,
cada poro que respira
Te merezco justo en medio de mis piernas,
amándome, sintiéndote...
respirando este éxtasis de ti,
que me domina