Deja que la noche se enrede en nuestras piernas,
que nos desnude,
que duerma a nuestro lado
y nos haga gemir
de locura,
de ternura,
de fe muerta.
Deja que la inercia te pegue a mi cuerpo
y cure tus heridas con mi saliva,
con mi sangre negra
y mi piel morena, carcomida.
Déjame besar tu pecho,
tu alma,
tu sexo,
sentirte inundando mis silencios+
y explotando en los límites
de la cordura
y los sueños muertos
Déjame sanarte,
revivirte,
morirme,
matarte...
Hazme tuya...
justo a la mitad de este instante
24 de septiembre, 2019
Hace 4 años
4 comentarios:
Hoola
Tenia siglos que no te leía, ero por azhares del destino llegué aqui.
Me gusta lo q escribes, pero este en particular me trae algunos recuerdos no malos ni buenos, solamente digamos que raros.
bueeeno, nos estamos viendo
Hola
Me gusto "curacion carnal" no en un sentido complejo de belleza sino en el sentido simple de la belleza, lo cotidiano, me recordo que somos eso, simples y hermosas armas de doble filo.
Saludos.
A veces pasa que uno se enferma de fantasmas, de malas providencias, de chaqetos dioses, de disentería espiritual, de hemorragias aurófagas, de soledades. Y claro que la carne cura, puesto que la mitad animal que somos necesita de la carne, de los impulsos, del roce, de la suciedad propia de los ángeles, del pecado dichoso que es como pan para el que se muere de hambre.
Digno escrito, de dignas necesidades.
Tu fantasia es profusa y a mi me gusta.
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