viernes, 27 de junio de 2008

Crónica de una muerte planeada


Pretendo morir a las 3 en punto,
sentir como se desangran mis almas,
mis pies,
mis muslos;

cortarme con la navaja del amor en turno
y ver como caigo agonizante
en el silencio de mis pies...
... sin rumbo...

Pretendo morir
así, desnuda,
mirando el universo que se burla de mi
y burlarme yo misma
de mi muerte,
del dolor...
de ti...

Y esperar a que el alba me encuentre
tan muerta
tan triste
tan doliente…
como lo fuiste siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo pretendo morir el 28
de un mes sin nombre
y un año sin apellido
a la luz agonizante
de un sol moribundo,
en los agonicos jadeos
un mar sin calma,
a los brazos cerrados
de un viento huracando
pero quiero morir en pie
con los ojos abiertos
y los sueños agotados
con las manos manchadas de barro
y los pies empapazos de recuerdos
con mis labios sabiendo a ti
pretendo morir el 28
de un mes sin nombre
de un año sin apellido

Carolina Perbaq dijo...

Y al final, se planea la muerte, más ella hace su mágica aparición y nos deja con las manos llenas de sueños y nostalgias, entonces... ¿por qué planearla si uno mismo no la va a cumplir con valentía?